‘El señor Wilder y yo’, cambio de paradigma

Antonio Sánchez Marrón
Revista Grupo Salvaje
3 min readMar 15, 2022

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Jonathan Coe nos traslada hasta una época en que el cine mutó, asumió un nuevo paradigma y apartó a los cineastas que forjaron su historia a lo largo del siglo.

La lectura de El señor Wilder y yo es gozosa por dos motivos. El primero de ellos es debido a la prosa ligera, desprovista de la multitud de caracteres que suele poblar los universos creados por la mente del escritor inglés Jonathan Coe (El Club de los Canallas, La lluvia antes de caer). El segundo de los motivos nos lleva hasta una época muy determinada en Hollywood. La llegada del Nuevo Hollywood prometía nuevos aires en el cine norteamericano. El poder pasaba de manos. De los productores a los directores. De los que poseían la última palabra (y el no menos necesario talonario) a aquellos que conservaban el aspecto creativo y que, durante décadas, pasaron por meros vehículos para el agrado de aquellos apellidados Zanuck, Selznick o Thalberg.

El señor Wilder y yo sitúa al lector en los prolegómenos del rodaje de Fedora, una de las últimas obras del cineasta Billy Wilder, rodada en 1977. A lo largo de su lectura, Coe asume el rol de su protagonista, una compositora llamada Calista Frangopoulou, griega afincada en Londres, llevándonos hasta la más pura de las casualidades. Hasta una mesa de un restaurante en Los Ángeles donde se dan cita la flor y nata de la industria hollywoodiense del momento. Ella no conoce a sus acompañantes en aquella primera noche. Nosotros sí. Sabemos que Wilder es el autor de algunas de las comedias más totémicas del séptimo arte. El apartamento, Con faldas y a lo loco o En bandeja de plata son ejemplos de ello. Sabemos que I. A. L. Diamond escribió con él doce de aquellas comedias. Incluso conocemos que aquel que está cenando con su novia en la mesa del fondo, un tal Al Pacino, acaba de entregar algunos de los mejores papeles de su carrera en un periodo que abarca algo menos de un lustro. Y es aquí donde más se enriquece la lectura de El señor Wilder y yo.

Con esta premisa, Cal irá introduciéndose en la enmarañada red que supone el rodaje de una película, en las frustraciones de un hombre que siente que su tiempo ya ha terminado y que “la pandilla de las barbas” (como se refiere a la generación del Nuevo Hollywood) va a dominar el cine en una década en la que él siente que ya no es relevante. Es momento de dejar paso a los Spielberg, Scorsese, Coppola o De Palma. Jonathan Coe atrapa dos años en la vida de Wilder y los despliega mediante diversos capítulos situados en los lugares en que Fedora, el cineasta y la compositora entremezclaron sus existencias. Una obra, quizá, de las mejores que ha entregado a su público Jonathan Coe. Una novela ágil, cautivadora, coral e irresistible. ¿Para amantes del cine? Sin duda. ¿Para amantes de la vida? Obviamente.

‘El señor Wilder y yo’ (Jonathan Coe, 2021)
Editorial Anagrama / todostuslibros.com
ISBN: 978–84–339–8109–7
280 páginas
19,90€

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Antonio Sánchez Marrón
Revista Grupo Salvaje

“Relating a person to the whole world: that’s the meaning of cinema”. (Andrei Tarkovsky)